(Opinión personal) Nada como pleno mes de Agosto para sumergirme en una novela negra navideña. Seguramente que mi opinión distaría mucho si la hubiese leído la víspera de Navidad, cerca de la chimenea y con una buena taza de té en la mano. Pero no ha sido así, y como las cosas vienen cuando vienen, reconozco que ha sido altamente refrescante. Y digo esto porque sus parajes nevados y la angustia y desesperación por cobijarse del frío glacial, a mí me han parecido todo un soplo de aire fresco.
Una enorme tormenta de nieve hace detener en mitad de la nada, al tren procedente de la estación de St Pancras, Londres. Todos los viajeros piensan que el parón será momentaneo y que en breve reanudarán la marcha. Pero pasadas las horas, el desorden y la confusión comienzan a apoderarse de los pasajeros. Salir a pedir ayuda no es que sea la mejor propuesta, pero es la decisión que toman seis de los viandantes. A partir de este momento, tan pronto sufrirán fatalidades como satisfacción, ya que encontrarse una casita de chimeneas encendidas, té preparado y calor hogareño era lo último que esperaban hallar. Pero, ¿Dónde están los habitantes de la casa?
Los ocurrentes diálogos entre los personajes, el misterio que engloba todo cuanto les rodea, los distintos individuos que se van sumando a la escena más misterioso hogareña que te puedas imaginar, y la deliciosa sensación de sentirse resguardado bajo la tormenta son solo algunas de los enigmas que vas a encontrar.
Una novela que al más puro estilo British me ha acompañado durante esta última semana, pero que te recomiendo la leas en pleno invierno para disfrutar plenamente de ella y de sus inclemencias. Y es que, para los amantes del género, Misterio en blanco es puro placer para los sentidos. Una excelente ambientación que me lleva a recordar novelas como Asesinato en el Orient Extress y Otra vuelta de tuerca.
Gracias a Siruela por reeditar una novela que llevaba años descatalogada. Recuperar este tipo de clásicos hace que los lectores amantes de la novela negra británica estemos de enhorabuena. Cabe destacar que la traducción corre a cargo de Alejandro Palomas, con lo cual, doble satisfacción.
Y hasta aquí mi recomendación de hoy. Bsss y feliz domingo...
Gracias a Siruela por reeditar una novela que llevaba años descatalogada. Recuperar este tipo de clásicos hace que los lectores amantes de la novela negra británica estemos de enhorabuena. Cabe destacar que la traducción corre a cargo de Alejandro Palomas, con lo cual, doble satisfacción.
Y hasta aquí mi recomendación de hoy. Bsss y feliz domingo...
SINOPSIS:
En la velada del día de Nochebuena, una gran nevada obliga al tren de las 11:37 procedente de la estación londinense de St. Pancras a detenerse en las proximidades de Hemmersby. Decididos a no pasar la noche en el vagón, un ecléctico grupo de seis pasajeros decide desafiar las inclemencias del tiempo e intentar llegar al cercano pueblo. A mitad de camino, se ven obligados a refugiarse en una solitaria casa de campo que, a pesar del fuego encendido en la chimenea, el té para tres dispuesto
sobre la mesa y el agua de la tetera todavía hirviendo, parece estar desierta. Atrapados por las circunstancias en ese reducido espacio, los viajeros intentarán desentrañar el enigma de la vivienda deshabitada y, cuando la tormenta finalmente amaine, de las cuatro personas que han sido asesinadas…
La recuperación de esta espléndida novela de intriga de ambiente navideño, desaparecida de las librerías desde hace más de setenta años, se ha convertido en un festivo e inesperado éxito editorial en el Reino Unido, resucitando así el interés de la crítica y los lectores por un escritor que Dorothy L. Sayers no dudó en calificar como «un insuperable maestro en el marco de las aventuras de misterio».